La monarquía en llamas
Con motivo de la visita del Juan Carlos de Borbón a Girona, un grupo de unas 400 personas protestaron contra la monarquía y gritaron consignas independentistas en la plaza de Vi. Intentaron acceder sin exito al Parc Científic i Tecnològic que inauguró el monarca, la policía autonómica se lo impidió hasta en dos ocasiones. Tras lo cual, el grupo de activistas se concentraron ante el Ayuntamiento de Girona y leyeron un manifiesto en el que expresaron su desacuerdo con el actual estado y con la monarquía: "la Monarquía es ilegítima porque la restauró un dictador". Acto seguido un grupo de jóvenes quemaron tres fotos de Juan Carlos de Borobón y otra de él junto a la Reina.
La Audiencia Nacional ha pedido al Consejero Interior de Cataluña, Jpan Saura, que investigue los hechos e identifique a las personas autoras del la quema de las fotos. Es a la Audiencia Nacional directamente a la que compete abordar los delitos contra la Corona. En este caso se trataría de un posible delito de injurias a la Corona, castigado con penas de entre seis meses y un años de carcel.
No han sido pocos los imputados por delitos contra la Corona. El último caso conocido ha sido el de dos dibujantes de la revista "El Jueves", que finalmente vieron atenuados los cargos contra ellos.
Sin duda alguna, la presión social y la devaluación de la institución monárquica están provocando la debilidad del Estado para evitar hechos como los ocurridos ayer. Con motivaciones diferentes, los distintos sectores republicanos ven como su mensaje de superación del modelo constitucional y sus propuestas de democracia participativa están teniendo muy buena aceptación entre la ciudadanía. Ver ayer a la monarquía en llamas fue sin duda la representación metafórica de nuestro futuro: la instauración de la III República.
No han sido pocos los imputados por delitos contra la Corona. El último caso conocido ha sido el de dos dibujantes de la revista "El Jueves", que finalmente vieron atenuados los cargos contra ellos.
Sin duda alguna, la presión social y la devaluación de la institución monárquica están provocando la debilidad del Estado para evitar hechos como los ocurridos ayer. Con motivaciones diferentes, los distintos sectores republicanos ven como su mensaje de superación del modelo constitucional y sus propuestas de democracia participativa están teniendo muy buena aceptación entre la ciudadanía. Ver ayer a la monarquía en llamas fue sin duda la representación metafórica de nuestro futuro: la instauración de la III República.