PCE - Agrupación de Collado Villalba: Finaliza la encuesta "¿Crees que va a estallar la burbuja inmobiliaria?"

viernes, 19 de octubre de 2007

Finaliza la encuesta "¿Crees que va a estallar la burbuja inmobiliaria?"

Finaliza la encuesta "¿Crees que va a estallar la burbuja inmobiliaria?". Ante las tres posibles opciones ("¡Está claro! tal nivel de especualción era insostenible", "No sé o no contesto" y "Es totalmente imposible, la instituciones velan por nuestros intereses") los 22 encuestados se decantaron de la siguiente manera:
11 votos: ¡Está claro! tal nivel de especualción era insostenible.
11 votos: Es totalmente imposible, la instituciones velan por nuestros intereses.

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Burbuja inmobiliaria, ¿Pinchazo o Fracaso?

J.G. Centeno
acerbol.blogspot.com

Si a un visitante extranjero, viajando por España sin más información que la que le proporcionan sus sentidos (fundamentalmente la vista), le hablásemos de que la burbuja inmobiliaria, que literalmente ha forrado a unos cuantos, se está pinchando, no entendería de que le estábamos hablando al contemplar el sinfín de “bosques” de hojalata.

Estos bosques formados por grúas, rodean cualquier entidad de población por pequeña que sea. Sin embargo es verdad, y cualquiera que esté en el trance de que tener que vender un piso lo puede corroborar, que se ha ralentizado la venta de inmuebles, especialmente los de segunda mano, pero es lógico pensar que acabará ocurriendo lo mismo con los inmuebles de nueva construcción. Y si lo primero puede ser preocupante, fundamentalmente para especuladores y en general para todos aquellos que han refugiado sus ahorros en bienes inmuebles, lo segundo puede llegar a ser de una extraordinaria gravedad. Y es que la economía española se apoya en dos pilares de una forma casi exclusiva: la construcción y el turismo.

El sector turístico se basa, casi únicamente, en una oferta basado en sol y playa. Mientras sigamos teniendo sol y no destrocemos las playas de forma irreversible, es difícil que entre en crisis. Pero si se para o se ralentiza la construcción entraríamos en una situación de imprevisibles consecuencias. Todo ello es el resultado de una nefasta política llevada a cabo por los gobiernos de turno en los últimos treinta años. Las condiciones leoninas impuestas por la entonces CEE, hoy UE, a España para su integración, y que en resumen consistían en convertirla en un país en parte agrícola, pero sobre todo de servicios, llevó a los gobiernos de Felipe González (PSOE) en colaboración con el inefable Carlos Solchaga (PSOE), a una salvaje política de reconversión que nos dejó sin tejido industrial y en manos del único sector que no precisa para crecer de ese tejido, la construcción. Los gobiernos de José María Aznar (PP), con su escudero económico, Rodrigo Rato (PP) no revirtieron la situación anterior, es más, la agudizaron. Amparándose en el corsé que imponía Bruselas, el déficit cero, privatizaron a toda velocidad las joyas de la corona. En poco tiempo Repsol, Telefónica, Iberia, Endesa ,etc. pasaron a manos privadas para solaz y enriquecimiento de los compañeros de pupitre del Napoleón de las Azores. Nunca tan pocos hicieron tanto para joder a la mayoría.

Porqué no van a ser ellos los que paguen sus desmanes aferrándose a cifras macroeconómicas, que maquillen la situación real de los ciudadanos, que por mor de los aumentos de los tipos de interés, y por ende del recibo de las hipotecas. Las están pasando auténticamente putas.

Se ha iniciado una veloz carrera de medidas, algunas de las cuales podríamos calificar como de beneficencia, que intentan paliar los destrozos. Pero en ningún caso el actual gobierno del PSOE, con ánimo realmente socialista, afronta la necesaria reforma en profundidad del sistema capitalista. Parece ser que pedirle a un Partido que se llama Socialista y Obrero, que haga políticas de carácter, al menos socialdemócrata, es ciencia-ficción. En cuanto a la oposición en su línea, ahora nos están regalando con una convención sobre la vivienda, cuyo lema central consiste en que los jóvenes apuesten por la propiedad en lugar del alquiler, es decir, que se hipotequen a los veinte años por los siguientes cuarenta. Es una buena manera de conseguir jóvenes adocenados y sin más preocupación que conseguir pagar su hipoteca, tragando con toda clase de trabajo basura. Pero al fin y al cabo, hablamos de la derecha. Es lógico.