A los 76 años de la proclamación de la II República se abre en nuestro país un importante proceso de reivindicación de la cuestión republicana, el camino hacia la III República.
Hace 76 años, la clase obrera, los sectores populares y las clases medias, las gentes de la cultura, de la ciencia y la universalidad, los partidos políticos de progresistas y de izquierda propiciaron con su victoria en las elecciones municipales un proceso constituyente democrático y participativo que trajo como resultado la II República. Hoy igual que ayer la presencia de las gentes republicanas en los ayuntamientos y Comunidades Autónomas, hace posible que el ideal republicano esté más cerca.
De la misma forma la promesa de una reforma constitucional no debe ser el resultado del pacto entre las elites políticas del PSOE y el PP sino debe posibilitar el pronunciamiento de la sociedad española sobre el modelo de estado. Desde el Partido Comunista de España reivindicamos un referéndum sobre la cuestión republicana.
La derecha política, social y económica, quiere marcar la agenda política de esta forma, reabriendo el debate sobre la criminalización de la República para justificar la dictadura de Franco. El PSOE quiere a su vez, situar en el mismo marco a los republicanos garantes de la democracia y a los golpistas asesinos en la llamada “Ley de la Memoria Histórica”, los republicanos/as españoles/as exigimos entre otras medidas la anulación de los juicios franquistas a los represaliados luchadores por la libertad y el fin de la impunidad. El PCE exige el cambio de la Ley de la Memoria Histórica sobre los 13 puntos propuestos por las asociaciones para la recuperación de la memoria.
Tal y como decíamos el año pasado, “en la España de hoy, el régimen republicano sería el mejor marco para la defensa de los derechos y libertades democráticas, instrumento imprescindible para asegurar el autogobierno de los diversos pueblos que componen nuestro Estado y un medio para superar los límites que la economía capitalista impone al desarrollo efectivo de los derechos sociales”. El PCE caracteriza esas reivindicaciones en las siguientes claves:
- Por las libertades y la democracia participativa.
- Trabajo y salario digno, estable y con derechos.
- Por otra política económica, contra la especulación y la corrupción, vivienda asequible para todos y todas.
- Por unos servicios públicos de calidad, servicios sanitarios públicos y de calidad, y una educación pública, laica, igualitaria y eficiente.
- Por el internacionalismo solidario, contra la guerra y por la paz.
- Igualdad para todos y todas.
- Hacia la III República.
El Partido Comunista de España hace un llamamiento al conjunto de los hombres y mujeres de izquierdas, republicanos, socialistas, comunistas, libertarios, feministas, alternativos, ecologistas, demócratas y de manera especial a las gentes de nuestro proyecto estratégico Izquierda Unida, a defender la memoria y los valores de la república de los trabajadores y trabajadoras, de la paz, a denunciar y combatir con fuerza las diversas acciones que pretenden denigrar la realidad de lo que fue la II República Española. Por ello propiciamos una estrategia unitaria para apertura de un proceso constituyente. El PCE llama a sus organizaciones a iniciar y desarrollar este movimiento cívico y político de carácter convergente y unitario en todos los niveles organizativos, como germen para la consecución de la III República Española, sobre los siguientes pilares:
En primer lugar, tendrá que vertebrarse a partir del reconocimiento de los derechos humanos: civiles, políticos, sociales y medioambientales, de este modo avanzaremos hacia una sociedad de pleno empleo, con reducción de la jornada laboral y reparto del tiempo de trabajo, con desarrollo sostenible, con protección social plena y fiscalidad progresiva.
En segundo lugar, planteamos, en el marco del modelo de estado republicano, la democracia radical y participativa, se trata de llevar la democracia a ámbitos hoy vedados, como la economía o la cultura, así como profundizar en la democracia política.
En tercer lugar, queremos rescatar el inmenso valor histórico, ético y político del artículo sexto de la Constitución Republicana de 1931 para defender una política de paz: “España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional”. La propuesta republicana se une al profundo clamor en contra de la agresión bélica al pueblo iraquí y contra otros pueblos del mundo. Este posicionamiento implica denunciar, una vez más, la pertenencia de España a la OTAN o los acuerdos bilaterales con Estados Unidos para la utilización “conjunta” de las bases militares en nuestro territorio.
En cuarto lugar, apostamos por un modelo de estado inspirado en los valores del humanismo laico, que se asienta en el principio de la libertad absoluta de conciencia. Hay que derogar el inadmisible Concordato suscrito con el Vaticano hace tres décadas y liberar a la escuela pública del adoctrinamiento de la religión católica.
En quinto lugar, está el valor de la austeridad, entendido como la racionalidad y la sintonía entre las necesidades sociales y las aportaciones presupuestarias y de infraestructuras necesarias, y no precisamente como lo conciben las políticas neoliberales que contribuyen a la liquidación de los derechos sociales conquistados después de dos siglos de lucha del movimiento obrero.
En sexto lugar, la situación política prueba la necesidad de construir un Estado federal republicano y solidario que supere la denominada “España de las autonomías”. Los territorios federados, para la construcción del nuevo Estado, aceptarán como patrimonio común de todos los siete ejes que desarrollan la propuesta republicana. El desarrollo legislativo corresponderá a las Cortes Generales de la República y el desarrollo ejecutivo al Gobierno Federal. El Estado tendrá tres administraciones: la General, la de cada federación y la municipal, avanzararemos hacia la comarcalización de cada federación. En la atribución y ejecución de las competencias se tendrá en consideración el principio de subsidiariedad.
En séptimo lugar, pretendemos construir la Tercera República Española en el marco de una Europa federal a partir del impulso de un auténtico proceso constituyente europeo.
El Partido Comunista de España, llama a sus organizaciones a la realización de actividades y actos de manera unitaria, donde las distintas entidades de la izquierda queden patentes, como reflejo de esa izquierda plural y anticapitalista que tiene el germen del cambio.