Claves del conflicto interno Palestino.
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En cualquier país “democrático” sorprendería que los incontestables ganadores de las últimas elecciones en Palestina, el Movimiento Islamista Hamás se conformara con acordar un gobierno de unidad en el que esta fuerza esté en minoría, en favor de Al Fatah, moviendo Palestino más moderado y que actualmente cuenta con el apoyo de la mal llamada comunidad internacional, y que encima este hecho (el que Hamás entre en minoría en el gobierno tras las elecciones que ganó con mayoría absoluta) provoque la retirada de las ayudas humanitarias de
Como si ser islamista más o menos radical quitara el hambre o las necesidades que los países imperialistas han provocado al pueblo Palestino tras años de destrucción, represión y masacre.
Muchos se preguntarán el por qué de la negativa de los interlocutores internacionales e Israel a que Palestina sea un estado de facto. El porque de mantener el estadio de pre-estado (Autoridad Nacional Palestina) en una zona tan conflictiva.
Las razones de esta contradicción y de la negativa a que Hamás presidiera el gobierno de unidad que legítimamente había conquistado en las urnas, se vislumbran ahora de forma más clara en la situación actual.
Precisamente la categoría de Autoridad Nacional Palestina otorga al presidente, Abbas de Al Fatah, este que impuso la comunidad internacional, la capacidad de disolver el gobierno e imponer otro sin aval del Parlamento, ni elecciones ni nada de nada.
Ahora, que Palestina se encuentra en un momento crítico, con el control de la franja de Gaza bajo mandato de Hamás, y Cisjordania bajo control de Al Fatah, estos últimos han disuelto el gobierno de supuesta unidad, dejando fuera a Hamás, lo que la comunidad internacional ha aprovechado para volver a renovar las ayudas humanitarias, siempre y cuando el presidente que no eligieron l@s Palestin@s mantenga fuera del gobierno al los que ganaron por mayoría absoluta, vamos, lo que se dice un chantaje de tomo y lomo.
Mientras los palestinos no puedan elegir su futuro, mientras Israel y el resto de la comunidad internacional tenga en manos de sus intereses el porvenir de la zona, nunca habrá paz en Oriente Próximo.