En apoyo al pueblo de Ecuador y a su Constitución: construyendo el Socialismo del siglo XXI
La Unión de Juventudes Comunistas de España, desea felicitar y mostrar su apoyo solidario, al pueblo Ecuatoriano y a su presidente Rafael Correa, tras la aprobación de la nueva Constitución del país americano.
Esta nueva Constitución abre la construcción a través de la sociedad civil de democracia participativa y acaba con las estructuras impuestas durante décadas por los intereses extranjeros que minimizaban la participación y constituía como soberanos a las oligarquías financieras y empresariales del país, bajo el auspicio de las cúpulas militares y golpes de estado de la derecha y de la Iglesia, que siguen oponiéndose a las acciones emprendidas por el actual gabinete.
Se abre ahora un nuevo periodo para Ecuador, donde su Constitución, de las más avanzadas de América del Sur, reconoce derechos básicos para los ciudadanos que hasta ahora no eran accesibles para los ecuatorianos y que cuenta con un 64 % de respaldo de los votos emitidos.
El “Si” constitucional cuenta con el apoyo de todas las fuerzas de centro-izquierda e izquierda revolucionaria, organizaciones indígenas, centrales sindicales y agrupaciones estudiantiles. Entre la sociedad civil, el espaldarazo a la Constitución se distribuye incluso entre quienes no elevaron a Correa a la Presidencia. El deseo de cambio es casi unánime tras la crisis institucional y del sistema de partidos que llevó a Ecuador al borde del precipicio.
La Constitución comienza con una definición basada en el respeto a “Pacha Mama” (la Madre Tierra) y busca asegurar para el pueblo ecuatoriano “el buen vivir” (sumak kawsay), una ancestral visión indígena de convivencia en armonía con el entorno. Acto seguido, se establecen los elementos constitutivos del estado, donde cobra señalada importancia la propiedad del estado sobre todos los recursos naturales del suelo, el establecimiento de un modelo de desarrollo basado en la propiedad estatal de los sectores estratégicos y la planificación solidaria y la soberanía territorial, incluyendo la prohibición del establecimiento de bases militares extranjeras en suelo ecuatoriano.
Todo esto refuerza el compromiso de un texto basado en los intereses de los trabajadores, los estudiantes y los indígenas, principales fuerzas motoras del país, que en boca del Presidente Correa “va dando pasos a la revolución ciudadana y el Socialismo del Siglo XXI”.
Saludamos los principales ejes de la Carta Magna Ecuatoriana, donde por primera vez se recogen derechos básicos fundamentales y define como obligatoria la educación universal hasta el Bachillerato, asegura el acceso gratuito a la salud, reconoce el derecho al aborto y la legalización de las parejas homosexuales, además de reconocer y crear nuevos órganos de representación institucional y política como Consejo de Participación Ciudadana y de Control Social, que desarrollarán las funciones de transparencia y electoral del poder público, en la estela de la Constitución Bolivariana de Venezuela.
La aprobación de la nueva Constitución de Ecuador es una nueva derrota de la oligarquía y del imperialismo, un triunfo del pueblo ecuatoriano y de la democracia participativa rumbo al socialismo.